A mis dos queridos lectores, les presento un caso hipotético:
Ustedes compran un automóvil nuevo, el cual, funciona razonablemente bien, si bien, no pueden instalarle accesorios que no estén aprobados por el fabricante, la estética es agradable y el vehículo cumple de manera adecuada.
Sin embargo, un día el concesionario nos informa que hay que llevarlo a servicio, y cuando nos lo entrega, nos informa que le hizo una mejora, manejamos el vehículo un par de días, nos damos cuenta que algunos de nuestros accesorios, ya no están, y que ya no alcanza la misma velocidad que alcanzaba antes.
Llamamos al distribuidor, y este nos informa, que los accesorios, ya no funcionan en los vehículos a los que se les hizo el último servicio, pues los fabricante de algunos accesorios, ya no continuaron en el mercado, o porque no los modificaron para trabajar de manera adecuada con el servicio que se le hizo al automóvil, y niegan categóricamente que el trabajo realizado, afectara de ninguna manera el desempeño del vehículo.
Sin embargo, meses después, por fin aceptan que el servicio que se realizó, si afecto el desempeño, pero que lo hicieron, porque se cambió una refacción sin informarnos por otra que es usada por su modelo más reciente, y que para que el tanque de gasolina de nuestro automóvil durara lo mismo, se cambió la carburación de nuestro motor, también sin informarnos, pero que no tenemos opción por optar a tener mejor desempeño a costo de gastar más combustible.
Esto, es precisamente lo que hizo Apple hace unas horas, al admitir que la versión 11 de iOS, está diseñada para optimizar el procesador A11 Bionic, y que deliberadamente estaban ralentizando los procesadores de los modelos más antiguos, con el pretexto de que esta acción, era para mantener el rendimiento de la batería.
Ya es sabido como es tradición en esta compañía de desestimar al usuario, las cosas funcionan como le conviene a la compañía, que debe tener control hasta de la manera como se usan sus productos, el consumidor y sus necesidades no importan, la compañía debe decirles que necesitan, como lo necesitan y cuando lo necesitan. Aun así, y en cualquier caso, la decisión del sacrificar o aumentar el desempeño a cambio de tiempo de batería, debería ser una decisión que tomase el consumidor, no por Apple de forma unilateral y, sobre todo, sin informar al propietario del dispositivo de ello.
La noticia de la confirmación ha sorprendido a todos. Primero porque da veracidad a la teoría de la conspiración sobre esta práctica tan singular, y segundo por lo poco habitual que resulta que Apple de respuesta a este tipo de rumores. Pareciera que solo lo llevan aplicando de forma secreta desde hace algo más de un año, o al menos así lo admiten ellos de manera descarada, pero sin duda había gente que ya sospechaba algo al respecto, pues la acción se repite de manera cíclica con cada actualización que coincide en fechas con el lanzamiento de un nuevo modelo ya sea de iPhone o de iPad. Ahora la duda, es si lo hacían deliberadamente para “obligar” a los usuarios más antiguos a renovar su iPhone. Por ejemplo, el iPhone 4 era perfectamente capaz de ejecutar Siri, pero nunca se le permitió.
Sea cual sea la razón, Apple tiene ahora mismo un tremendo problema de reputación entre manos. Y hoy, pocas horas después de la declaración, ya empezaron a llover las demandas judiciales acusando a Apple de tratar de “Inducir fraudulentamente a los consumidores a comprar” nuevos teléfonos.”
Lo cierto es que este año está resultando especialmente complicado para Apple, que ha ido cometiendo diversos errores que están minando la fidelidad de sus usuarios. Y que cosas como esta, no ayudan nada a mejorar la imagen que desde la muerte de Steve Jobs, va cada vez de mal en peor.