El primero fue el de un editor de una revista de computación hoy ya desaparecida, que no entendía por que alguien saboteaba su trabajo, borrando sus diskettes magnéticos, los cuales, siempre que acababa de trabajarlos, los pegaba con un imán en un pizarrón para que los llevaran a la imprenta.
El segundo, un genio de la conversión de la imagen digital, al que le pedimos que para poder trabajar mas fácilmente su imagen, nos mandara el archivo en formato PNG, a lo que el procedió a renombrar el archivo mi_imagen.gif como mi_imagen.png. ¿como no se me ocurrió a mi primero?
Y el tercero, una solicitud de soporte técnico cuando trabajaba voluntariamente en el laboratorio de computo de la universidad hecha por una chica que fue a preguntar que le estaria pasando a su terminal, que de repente, se volvía loca y empezaba a arrojar basura en la pantalla, cabe decir, que esta pobre chica, simplemente tenia un serio problema de visión corta y pechos muy grandes, la cual, le aplicaba una generosa dosis de sus atributos al teclado cada vez que se acercaba al monitor para ver que es lo que había tecleado.
De esta lista, creo que el único tipo de cliente que me falta por tratar, es el de la estrella porno y su plan de pagos semanales...
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